No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos...

La Luna del cole

Hoy mi hijo me ha metido prisa por llegar al cole. No sé si será algo común y le pasa a otras criaturas de 5 años. En el caso de Luke no es que no sea lo habitual, es que no había ocurrido nunca. Esta mañana no he podido dejar de sonreír observándolo mientras subíamos al coche y nos dirigíamos a la escuela.

Ayer al recogerlos, camino de casa ya contaba excitado que le llegaba el turno de ser el encargado de clase. Lo que supone que él pasa lista a sus compañeros, cuida un poco del orden del aula, y es una especie de ayudante de la Seño. Y además se convierte por un día en el guardián, el responsable, y cuidador de la mascota de la clase, la Luna Lunera, que se vuelve con nosotros a casa, hasta mañana que tiene que devolverla.
En la clase de la pequeña Leia –ya sabéis que van a clases distintas– no tienen encargado del día, sino protagonista de la semana, y ella ya ha tenido su momento. Esta mañana he tenido que apremiarla, estaba algo rebelde y se nos hacía tarde. Cuando salíamos por fin por la puerta, ya nos esperaba Luke, impaciente con su talega de la merienda. Casi ni se detiene a darme el beso antes de entrar en su aula, con una sonrisa enorme en la cara. Sus compañeros ya estaban casi todos dentro, y la Seño lo ha recibido diciendo "¡Vamos, campeón! ¡Ya está aquí el encargado!". A la salida, lo único que quería cargar era la bolsa con Luna Lunera. Y hasta "sentarla" junto a él en el coche. Y no he podido evitar pensar en meses atrás; cambio de casa, cambio de cole, de Seño, de amigos...

Pero la Luna del cole es más que un peluche. Para Luke es una mascota, para la Seño puede que sea una herramienta. Para mí es un símbolo.

¡Que la Fuerza os acompañe!
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Comentarios

  1. Gran momento, me ha gustado mucho el post, la forma y el cariño con lo que lo cuentas. Es para estar orgulloso de Luke :)

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    1. Bueno, cuando cuento cosas de mis pequeños, intento hacerlo desde mi posición, con naturalidad y cariño, sin más artificios que lo que vivo con ellos. Gracias por tu comentario ;)

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  2. Crecen tan rápido...Yo con la mayor viví esos momentos al máximo y con el peque (17 meses) aún no hemos llegado a ello. Yo siempre digo a la gente que expriman al máximo estos momentos, mi hija mayor (14 añazos) está en una fase muuuu malaaa. Ha pasado de ser esa niña dulce y alegre, que se enfadaba si llegaba tarde al cole, a ser una adolescente que "le da palo" todo, y que magnifica los "problemas" de una manera sorprendente. Por suerte, dentro de la edad tan mala, me sigue contando sus inquietudes, y acude a mí cuando tiene dudas importantes, pero queda tan atrás esa época en la que me daba la mano por la calle, o un beso sin importar quién la vea por la calle...Ahora cuando alguien me habla de mamitis del pequeño o de muchos brazos, etc. no los mando a la mierda pero poco me falta. Les digo que la mayor no me deja cojerla en brazos, ni quiere ya que duerma con ella, así que voy a disfrutar al máximo lo mucho que me necesita el peque ahora. Me ha encantado la entrada, me ha traído muchos recuerdos...Casi escribo otra entrada en el comentario, jejeje

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    1. Pues es una suerte y una alegría que siga contándote sus problemas y sus miedos. Los niños pasan por todas esas fases, y nosotros no podemos más que acompañarlos.
      El caso es que tanta luna y tanta historia era la forma que he encontrado para hablaros un poco de los problemas de adaptación por los que ha pasado el pequeño, ya superado todo ;)

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  3. Un momento superimportante: ser el encargado y lo de la mascota y estoy deseando vivirlo, jejeje, que por aqui los tienen que llevar de paseo y sacarse fotos ¡Todo un acontecimiento!
    Pero con calma, tampoco q llegue miy deprisa que como dice Papás casi primerizos hay que aprovechar mimos, besos y todo, que luego se hacen grandes y no se puede.
    Saludos
    Aventuras de una Mami
    Aventurasdeunamami.wordpress.com

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    1. Si, hay que exprimir cada fase, porque llegará un momento, un día, que bajes a tu pequeño de tus brazos, y sin saberlo será la última vez que lo has llevado o cargado, sin saberlo ;)

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  4. precioso post! esos pequeños momentos que para ellos son tan importantes nos dan la vida a nosotros ¿a que si?

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    1. Si que son importantes. Los ves madurar y crecer, y superar sus fases una detrás de otra, y nosotros poco podemos hacer más que acompañarlos e intentar hacérselo todo más fácil.
      Este post es la forma que se me ocurrió para contaros cómo ha superado ciertos problemas de adaptación en el cole. Todo ya superado y contentísimos, una etapa más! ;) Besos

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  5. La delegación de responsabilidades en clase empodera a los estudiantes, fomentando el liderazgo, la colaboración y la autonomía. Les brinda la oportunidad de desarrollar habilidades de organización y trabajo en equipo.

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