En otras ocasiones ya os he hablado de esto, pero es que cuando uno es padre de
mellizos, algunas experiencias se convierten en un tema recurrente. El típico
"divide y vencerás", pero aplicado a los
padawanes. Antecedentes:
sábado por la mañana. Zafarrancho de
limpieza y
compras semanales. Y luego por la tarde tengo que trabajar. Así que toca
organizarnos.
Me quedo en casa
limpiando el baño, con la pequeña
Leia, mientras la
Maestra-Jedi se encarga de las
compras y se lleva de ayudante a
Luke. Cada uno por su lado. Siempre es buena idea dedicar tiempo
en exclusiva a cada uno de los mellizos. Es algo que siempre me da cierto sentimiento de
culpabilidad. Uno descubre complicidades, momentos y situaciones que son más difíciles de vivir con las interferencias de la familia al completo.
Intimidad le llaman.
Leia no me deja solo ni un momento. Ha acabado tumbada frente a la puerta del baño mientras yo me aplicaba con la taza del
váter, improvisando un cuento inventado mientras lo dibujaba. Me deja con sonrisa de bobo cuando le descubro
expresiones que ni sabía que conociera. Al final ha cogido mi móvil, y se ha puesto a hacerme
fotos.
Al rato llega la
Maestra-Jedi, con el maletero lleno de bolsas. Mete el coche en el
patio junto a la cocina, y da comienzo el
show de
Luke. Le encanta ir a
comprar, cargar el carrito, elejir productos, preguntar qué cosas faltan, buscarlas en las estanterías. Y ahora ahí está, llevándolo todo, poco a poco y con una
enorme sonrisa, del maletero a la mesa de la cocina. -
"Mira, Papi, las galletas tuyas!",
"Mira las patatas que pican",
"¡Batido de chocolate!". Verle colaborar así,
contento, rebosando sonrisas, es un espectáculo con el que me cuesta trabajo no
babear.
Como durante la semana, que
Luke pasó un par de mañanas conmigo en casa guardando
reposo –es un decir, con cuatro años y midiclorianos saliéndole por las orejas el reposo es imposible–, y los juegos, las charlas, y hasta el rato en la sala de espera del pediatra, son
ratos geniales. Se comportan de modo distinto cuando están
a solas con nosotros. No sé si para ellos estos momentos de tiempo compartido
en exclusiva, de intimidad y complicidad, son especiales,
son felices. Para mí sí son muy distintos. Porque ellos también están dedicándonos y prestándonos
su atención en exclusiva. Durante esos ratos son
hijos únicos, y somos sus
padres unicos. Y sí, son momentos especiales. Siempre son
momentos felices.
Estoy seguro que esos momentos de exclusividad para ellos son atesorados con un gran valor.
ResponderEliminarEva y yo somos padres de dos hijos únicos. E incluso el nuevo bebé también será hijo único la mitad de su vida.
Y la experiencia que tenemos es que ellos disfrutan y buscan sus momentos a solas para ellos.
De tenernos para ellos sólos.
Hay que buscar una actividad para ellos que atesoren y sepan que es para ellos. Que la recuerden siempre.
Ir de pesca, senderismo, piscina...
Son sus tesoros.
Y cuando de mayores necesiten recordar que eran importantes para alguien, lo buscarán en su memoria como el tesoro que es.
Así es. Hay que procurar hacerles sentir lo únicos que son. Y potenciarlos y afianzar su autoestima y su autoconocimiento como individuos ;)
EliminarEs genial dedicarles tiempo en exclusiva a cada niño. Aunque a mí me pasa como a ti, que me queda ese sentimiento de culpabilidad. Pero ellos creo que lo necesitan igual que nosotros.
ResponderEliminarMe ha encantado tu post de hoy.
Un besillo.
Oh, muchas gracias!! ^_^ Sí, cuando son mellizos (o gemelos) y hacen todos los progresos y actividades juntos, hay que buscar la forma de que se 'independicen' un poco también entre ellos ;)
EliminarA mi me cuesta un poco encontrar momentos de exclusividad con 4. Pero es importantísimo. Las niñas son pequeñas y con 8 meses necesitan mucha atención así que intentamos papá y yo sacar tiempo de la chistera para compartir alguna actividad con los mayores. Eso,aunque sea un momento de compras o limpieza q se transforme en el instante de solo tú y yo
ResponderEliminarMi admiración! si a nosotros con 2 ya nos cuesta... u_u ufff....
EliminarSe a qué te refieres, lo mismo que le he comentado a Padre en Stereo, hoy mientras G1 dormía G2 se ha venido a la cama conmigo y hemos estado haciendo imitaciones, ruidos, me ha metido los dedos en las cuencas oculares y hemos compartido cosquillas y risas, a veces con los dos no puedo porque estoy sola con ellos, así que disfruto esos ratitos de individualidad; a veces acompañados de sentimiento de culpa que luego suelo compensar con el otro cuando viene papá a casa. UN gran tema para los que tenemos múltiples
ResponderEliminarYa, es recurrente. Desde el momento en el que nos dimos cuenta de esto, la Maestra-Jedi y yo buscamos la oportunidad de hacer cosas por separado, cada uno con uno de los peques. y los momentos de juego en la cama (o en el sofá) son geniales!! ;D
EliminarMe parece estupendo!! Ellos son individuos, no son un ser dual...no se si me explico... A nosotras, aun llevándonos 16 meses nos trataban como a un ser único, incluso nos adelantaron las comuniones para hacerlas juntas... Trajes iguales. Etcc.... No recuerdo momentos asi, de comunicaion unica... Ole por esos papis!! Sois geniales!
ResponderEliminarEs una de las cosas que más me comen el coco. A lo mejor es por que son mellizos y lo hacen todo juntos. y cuando los 'separamos' vemos que cada uno va a su ritmo y manera. Y es una gozada. ;)
Eliminar