Leia se levanta la primera.
"¿Es de día?", viene diciendo por el pasillo. Me levanto, y la intercepto para llevarla al salón. Desde el jueves tenía metido en la cabeza que hoy era el
día de las mamás, y había que despertar a
mami con una sorpresa y llevarle el desayuno. Un poco después se levanta
Luke, y también me lo llevo antes de que vuelva a despertar a la
Maestra-Jedi. Hay suerte, y al poco rato los tengo entretenidos con otras cosas.
Después de que se tomen la leche y terminen de despabilarse, los visto intentando no hacer demasiado
ruido, y los convenzo para ir a la calle sin mucho escándalo. Lo ideal sería que yo preparara el desayuno, pero al menos así habrá
silencio en la casa un buen rato. Además, no tenemos
croissants ni jamón. Volvemos de la cafetería, con el "desayuno de los campeones" medio listo, y llevándolo repartido entre los tres. En realidad, aunque yo no esté al cien por cien, estos
ratitos de confidencias y
complicidad con los
padawanes son lo mejor.
Termino de preparar el café y las bandejas: tostadas con jamón, tomate y aceite,
croissants con mantequilla, donuts de chocolate, zumo natural, café; y buscamos las tarjetas que traían del cole. Mi móvil ha zumbado un par de veces, la
Maestra-Jedi lleva un rato despierta, pero sigue esperando a que le demos la "sorpresa". No nos ha escuchado salir ni volver de la calle, así que al menos la idea de que hoy descansara
tranquila en la cama un poco más ya está cumplida.
La escena sigue con
sonrisas, gritos de
"¡Sorpresaaaa!", y
besos, pero hay tantas cosas que al final nos vamos a desayunar al salón. Yo con ver que la
Maestra-Jedi está
contenta y no puede dejar de sonreír ya me doy por satisfecho. Después del numerito con las bandejas y los peques "despertando" a
mami, desayunamos, y entonces es cuando llegan las
felicitaciones de verdad, las naturales.
Luke y
Leia se sienten cómplices de todo el montaje, y la abrazan espontáneamente, y le dan besos. A
Leia le sale un
"Te quiero mucho, Mami" y un achuchón, y no podemos evitar sonreír de
felicidad. Y me imagino –sé– que ser mamá en ese justo momento es lo más grande del mundo.
Mamá es
lo más grande del mundo.
Te quiero mucho, mami.
Hola: un desayuno inolvidable... me uno a tu homenaje a todas las madres. Seguimos en contacto
ResponderEliminarHola!! Todas os merecéis un homenaje, el Día de la Madre y todos los días. ;)
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