Doscientas cincuenta entradas, desde la primera allá por octubre de 2011,
inaugurando el blog con una
ecografía de los pequeños
padawanes. Y ha dado tiempo a un buen puñado de experiencias,
alegrías y curiosidades. He sentido envidia de no
notar sus movimientos en la barriga de la
Maestra Jedi, miedo por la
amenaza de parto prematuro, desesperación por eso llamado
burocracia, y hasta asombro por lo penoso de la
conciliación familiar.
Doscientas cincuenta entradas, como la que cuento el vuelco total que dio todo
mi universo, después de ese 3 de diciembre de 2011. Los
primeros miedos, las primeras
sonrisas y lágrimas, el primer
día del padre, o su
primer cumpleaños. La de cómo decidí acogerme a una
reducción de jornada, y el rechazo que encontramos por ello. Los temas han variado mucho, desde curiosidades sobre los preparativos o los primeros avances de los pequeños, hasta post más comprometidos sobre
corresponsabilidad, conciliación familiar, crianza, o sobre el adjetivo
'padrazo' que aún se empeñan en aplicarnos. Incluso ha habido tiempo para
reinventar el blog con nuevos bríos, tras conocer a otros
papás blogueros y toda la comunidad maternal en la red, o para unirme a grupos geniales con mi primer
#ViernesDandoLaNota, el primer
#MiércolesMudo, o el primer
#SábadoDeSensaciones.
Doscientas cincuenta entradas, siempre intentado contar las cosas desde mi punto de vista particular, un poco
"friki", y con
sentido del humor y ternura, como los
juegos entre hermanos, o
la envidia que me producía cierto cinturón que imitaba las pataditas del bebé en una embarazada, o las
primeras palabras del pequeño
Luke. Los avances de los pequeños
nativos digitales con los
gadgets que tenemos por casa, o cómo empezaron en las clases de
inglés para bebés, y los
increíbles progresos que han conseguido siendo tan pequeños aún. O cómo, después de dos años, rememoraba cómo viví y
cómo sentí el
día que nacieron mis mellizos.
Doscientas cincuenta entradas como la de mi
confesión.
Doscientas cincuenta entradas, como la de nuestra pequeña
escapada a Londres con los peques el verano pasado, y su primer viaje en avión, u otras más mundanas como
momentos agotadores, o episodios más problemáticos como los que nos dan
los terribles dos años y los
berrinches, episodios que nos llevan
al lado oscuro, que no va a ser siempre post alegres y divertidos. Aunque también pueden ser
los maravillosos dos años, y proporcionarte situaciones cómicas y
geniales. Porque a veces no somos conscientes de lo que supone
la suerte de tener mellizos. Y hasta me permito a veces el lujo de dar
consejos y guías –¡infalibles!– como un
gurú de tres al cuarto. O denunciar
la mentira de la conciliación, o revindicar el papel social de la
paternidad activa en este país.
Y también ha habido tiempo para salir de este
espacio virtual, y hacer algunas pequeñas apariciones en la radio, hablando sobre
corresponsabilidad o sobre
múltiples en el programa de RNE Radio 5
'Somos Padres'. O en el programa de televisión de Canal Sur TV
'#enRed',
entrevistado para su sección 'Blogueros andaluces'. O uno de los
momentazos, cuando este blog fue galardonado en la IV Gala de
Premios Blogosur como
"Mejor Blog de Sevilla 2014". Algo increíble, y por lo que nunca podré dejar de estar
agradecido a todos.
Doscientas cincuenta entradas ya. Pero lo importante es que han servido para acompañar estos más de dos años y medio que ya tienen los pequeños padawanes. Y para hacerme más consciente de todo lo que pasa alrededor suyo, ayudándome madurarlo todo, a pararme a pensar y repensar en cosas en las no me pararía de no ser por tener el blog. Vamos a por la doscientos cincuenta y una...
¡Que la Fuerza os acompañe!
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