Este pasado fin de semana celebramos el otro
bi-cumpleaños de la familia, el de mi madre y mi hermana, que tuvieron la peregrina idea, o capricho, o destino, de nacer el mismo día, pero con 32 años de diferencia. Podréis imaginar que cada 27 de septiembre siempre ha sido
especial en nuestra casa. Y, claro, no podía faltar el repaso a las fotos antiguas. Así que nos montamos en la
TARDIS en forma de álbum familiar, para encontrar algunas sorpresas. Aviso que, como siempre, no publicamos fotos en las que nuestros hijos sean reconocibles, por respeto e
intimidad. En cambio, vais a conocer a sus
doppelgangers...
Desde que nacieron, a mis pequeños
padawanes les han sacado
parecidos, más o menos razonables, como a cualquier niño. Que si la niña es más
del padre, que si esos rizos del niño son un tío segundo mío, que si tiene la misma boca que su abuela... El caso es que los dos han salido más a mi
familia, y todos nos comentan que son clavados a mi, a mi hermano o a mi hermana. Aunque poco a poco, a medida que van creciendo, los rasgos son más suyos propios, hay más 'mezcla', y van sacando cosas de la madre también (¡menos mal!). Pero al ver las
fotos...
Aquí sobre estas lineas podéis ver a la pequeña
Leia,
¡hace 36 años! Todos dicen que se parece mucho a mí, pero es que es clavadita a su
tita Gema de pequeña. Como si de verdad hubiera viajado en el tiempo. No hubiera sido mala una
companion para el
Doctor.
Y aquí tenéis al pequeño
Luke. O a su padre,
!hace casi 40 años! Hasta las mismas 'hechuras' tiene. Visto de espaldas (abajo), tiene hasta la misma forma del cuello y el nacimiento del pelo. Si me dicen que en vez de una foto mía de
1975, es una de mi hijo
photoshopeada y con filtros 'a lo
instagram', me lo creo sin rechistar.
Cosas de la
genética. Incluso parece que ha heredado el hoyuelo de la barbilla, y la simpatía de mi hermano –el
tito Kiko siempre ha sido el simpático, el cariñoso y el
risueño de la familia–, o lo de ser diestro con las manos y
zurdo con los pies, como yo. Aunque eso aún puede variar, según avance su desarrollo.
Día a día vemos más cosas nuestras en ellos. Lo cual es lógico y normal, aunque nos sorprendió mucho encontrar estas fotos (y muchas otras más) y verlos
reflejados tan parecidos a nosotros cuando éramos pequeños. Sólo espero que, con el tiempo, saquen más cosas de la madre.
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