Hoy ha empezado el nuevo
curso. Los
padawanes ya son los mayores de su colegio de
Infantil. Pero éste no va a ser un post de
vuelta al cole, no. Es solo el primer día y ya cansa. Hoy es el primer día de clases y de reencontrarse con amigos y con las
seños. Lo que significa que ayer terminaron las
vacaciones. Se acaba el verano, y los peques ya están preguntando por el próximo. Ya preguntan por Navidad, por su cumpleaños, y por todos los veranos que vendrán. Porque ya saben lo que es el
verano.
Se acaba el verano de
arena, de orilla, de pelearse con las olas hasta que aprendes a reír con ellas. De volver de la
playa y cruzar el paseo todos de la mano, y de quitarse la sal con la manguera en el patio.
El verano de pintarnos, todos, las
uñas de azul, de rosa, de todos los colores. Y de pintar conchas, y cuadernos, y caras. El verano que acumulamos casi más
lápices, témperas, pinceles, ceras y rotuladores que bloques de Lego. El verano de descubrir que los chicos también pueden llevar camisetas de
color rosa, como papi.
Se acaba el verano de ir al frigo a por un
helado sin pedir permiso. De escupir las pipas de la
sandía en el plato. De ir a la cocina a por la pajita o la cuchara que quieren ese día. Y de pedir por las noches
"agua fresquita fresquita".
El verano de decir adiós a los
manguitos. De saltar de cabeza, y de bomba, a lo loco. Y desde los hombros de
papi. Y de bucear para rescatar a Marshall, Skye y Zuma del
fondo de la piscina. De tocar
de puntillas el fondo y oír a
Luke chillar:
"¡Mira, papi, ya no me cubre!"
El verano de llorar cada vez que se va el
primo Rafa. Y de preguntar veinte veces al día cuándo va a venir el
Tito Kiko. Se acaba el verano que
Leia aprendió a llamar ella sola por el
teléfono para charlar y mandar besos a quien echa de menos.
El verano de
salas de cine, de DVDs y de USBs, el verano hasta de cine de verano. El verano de Kevin, Stuart y Bob y de las risas de los minions, de
banana y
papaya. El de Anna y Elsa, de las mascotas, sobre todo de
Alegría,
Tristeza y de
Inside Out. Casi tanto como de los
Minions.
Se acaba el verano de aprender a
bucear, y qué es eso del
kárate y cómo mola, de ir a una escuela que no parece una escuela. Pero claro, es que era la
escuela de verano. De lanzarse a comprar ellos solos los
gusanitos, o de pedirle agua a la chica del bar.
Yo recuerdo muchas veces cómo eran
mis veranos, de niño. Sobre todo ahora que vuelvo a verlo todo
a través de sus ojos y sus risas. Nada que ver con los de adulto, o de adolescente.
Descanso, lecturas, aviones, diccionarios castellano-extranjero, reservas, visitas, cervecitas y charlas, siestas.
Su verano aún es otra cosa. Pero ya saben lo que es
el verano. El de verdad, el azul y el rosa.
Me ha encantado vuestro verano, y sobre todo, tu forma de contarlo. Verlo a través de sus ojos lo hace mucho más especial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro mucho. Ya vi el tuyo ;)
EliminarUn abrazo
A veces nos olvidamos de que están fabricando recuerdos, y hay que disfrutarlos
ResponderEliminarClaro que hay que disfrutarlos. Y aprender y reaprender todas estas cosas con ellos ;)
EliminarUn verano estupendo, sin duda.
ResponderEliminarSi, genial. Cada verano es mejor, el año que viene promete!! ;)
EliminarEnamorada de tu forma de describir y de escribir. Bonito verano. Cosas positivas.
ResponderEliminarAssiasss xD Si, un verano genial ;)
EliminarAins, qué penica. Otra vez a la mortal rutina...Lo que cuesta tirar todas las mañanas al cole y llegar a tiempo a la parada del bus...y la comida y las actividades extraescolares y la madre que los parió. Ánimo. ¡Qué la fuerza nos acompañe!
ResponderEliminarbueno, pero que nos quiten lo bailao!!! ;)
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