Desde que nacieron los pequeños
padawanes, hace ya casi dos años y medio, una de las
frases recurrentes que de vez en cuando suele soltarnos algún desconocido o vecino del barrio cuando paseamos con ellos, es esa de
"¡Qué suerte!". O alguna de sus múltiples variantes, como
"¡Qué puntería, niño y niña!", o versiones más
entrometidas como
"¡Ya tenéis el 'mandao' hecho!", o incluso
impertinentes, como
"Ya podéis dejar de buscar, que ya tenéis la parejita". Siempre sin ánimo de molestar, claro, sin malos modos. Al contrario, siempre con una sonrisa, porque son todos muy simpáticos, y ocurrentes.
También están los desconocidos
preocupados, que te ponen cara entre la empatía y el consuelo:
"No debéis dar abasto". O los comprensivos:
"¿Cómo os manejáis para llevarlos 'pa'lante'?", o
"¿Y no tenéis nadie que os ayude?". En fin, que de tanto preguntar sobre cómo es criar a dos mellizos a la vez, siempre tengo la respuesta preparada:
"Yo es que no sé lo que es criar a uno solo". Y la verdad es que es así. Supongo que todo sería un poco
más fácil menos difícil. No es cuestión de repartir el
tiempo entre los dos
padawanes, o que todo te cueste el doble de trabajo o tiempo. Por supuesto que faltan horas en el día para atenderlos como
necesitan, pero imagino que lo mismo ocurriría si fuera uno solo. Y digo
imagino porque no lo sé, ya no puedo concebir mi vida sin ellos.
Más que una suerte es una
oportunidad única, un privilegio. O un
regalo. No quiero decir que sea mejor o peor, entre otras cosas porque –insisto– no lo sé. Lo que sí sé es que yo no lo cambiaría por nada del mundo, como cualquier madre o padre ya sea de uno, de dos o de cinco hijos. Es una oportunidad única porque podemos vivir sensaciones y
emociones por partida doble, abrazar a los dos, jugar con los dos y verlos crecer juntos, asombrarnos con el descubrimiento de uno, los progresos del otro... Y es un regalo porque tener un hermano o hermana es tener un
tesoro, y en el caso de mis pequeños van a vivir y disfrutar las mismas experiencias juntos y a crecer a la par, se van a tener el uno al otro, para
compartir buena parte de su vida. El
vínculo entre múltiples es algo que nunca comprenderé del todo, sólo lo que nos dejan entrever, pero es
especial.
Y por otro lado también es una
responsabilidad, y conlleva un estrés y una especie de sentimiento de
culpabilidad. Porque no puedes dedicarles la atención completa a ninguno de los dos, salvo en momentos puntuales. Criar a los dos a la vez no supone el doble de trabajo, aunque sí más tareas, o el doble de tiempo, las horas del día son las que son. Y yo soy de los que piensa que si el día tuviera 25 horas dormiríamos una hora más. El tiempo dedicado se
reparte en momentos y tareas, ya sea para atender a alguno individualmente, o a los dos a la vez. Y ahí es donde entra la culpabilidad. No puedes hablar o jugar
específicamente con cada uno de ellos lo suficiente como para que su
aprendizaje sea pleno. O contarle el cuento concreto que quiere escuchar uno de los dos, porque el hermano quiere jugar al
caballito. O dejar a uno sin diversión, o sin parque, por el
berrinche del otro. Pero por otro lado, el tiempo y los juegos que tienen
entre ellos es algo que ni yo ni nadie más podría proporcionales.
Alguna vez hemos llegado a comentar entre nosotros lo fácil que parece –y digo
parece– cuando estamos sólo con uno de ellos. Todo se antoja más fácil, más
manejable, sin tantas interferencias entre ellos. Realmente es como si se portaran mejor, más tranquilos sin la presencia del hermano. Y en el
extremo contrario está el efecto
mellizogeddon, cuando están juntos pero es imposible que estén tranquilos, sin pelearse por cualquier juguete, gritando cada uno a su bola, o haciendo alguna trastada, en equipo o por separado. Hay ocasiones en las que manejar a los dos a la vez es humanamente
imposible. Lidiar con todos estos vaivenes y altibajos, por turnos o todo a la vez, dejar uno
a medias para atender al otro, y volver a empezar de nuevo, puede ser muy estresante, absorbente,
agotador, pero es
apasionante.
Tener mellizos puede ser una cuestión de suerte, entendida como
casualidad, pero para mí esa casualidad es la mayor
suerte que he tenido en la vida. Y una vez que te ha tocado, te sientes el hombre más
afortunado de la galaxia.
Completamente de acuerdo. Para vosotros el 'paquete' vino así y creo que debe ser igual de 'ajetreado' gestionarlo para aquellos que solo tienen uno. Lo que sí que es cierto es que por determinadas situaciones, pese a ser dos padawanes, solo pasas en un momento de la vida... los que tenemos dos, pasamos en momentos diferentes; con las ventajas y/o inconvenientes que pueda tener, por supuesto ;)
ResponderEliminarLa de veces que he pensado, que no me imagino volviendo a empezar de nuevo con un segundo (o tercer) hijo! Es una montaña de trabajo con 2, pero estoy viviendo cada fase intensamente, y las que vengan. Si hubiera que empezar con otro ahora, me perdería parte de las venideras de los padawanes, y la carga de trabajo no me la quiero ni imaginar!! ^_^
EliminarGracias por comentar ;)
Completamente de acuerdo. Actualmente lo que peor llevo es lo de "hacer equipos" para separarlos y poder frenar ese efecto mellizogeddon que comentas y avanzar con las tareas del día a día o el hacer ejercicios especificos de cada uno; mellizos significa hermanos no clones y tienen necesidades diferentes, es algo que le cuesta entender a la gente.
ResponderEliminarSi, es lo más complicado. Dedicarles tiempo a cada uno de forma individual es muy importante, pero a menudo es imposible hacer malabarismos. Cuando lo consigues y puedes estar con uno solo de los mellis, es genial, todo fluye, todo es muy facil de repente ;)
EliminarPaciencia, ánimo, y que la Fuerza te acompañe! ;)
Para mi los padres de mellizos/gemelos sois algo así como héroes, cuando estaba embarazada del primero pensábamos que ojalá fueran dos y así no tenímos más y a la semana de nacer dábamos gracias de que hubiera sido solo uno. Con el pequeño si me llegan a salir dos directamente me muero xDD.
ResponderEliminarAnda ya! A todo se hace uno/una! Ya te digo, como cuento en el post, no sé cómo es manejar a uno solo, pero imagino que nos hubiéramos agobiado igual. es distinto, eso está claro, y seguramente más duro, pero de todo se sale! ;) Y ahora estoy convencido de es lo mejor que me ha pasado en la vida! ;)
EliminarGracias por ser tan claro para describir nuestras vivencias como papis múltiples, me sentí muy identificada. Desde que nacieron mis dos hijas me convertí en la mujer más feliz del mundo!!! Lo único feo es la inevitable culpa de no poder dedicar el 100% a cada una. No todos los días son iguales como dicen, no son una sucesión de cambios de pañales y arrorós. Cada día ellos descubren algo nuevo que nosotros redescubrimos, ó experimentamos por primera vez si nos permitimos entrar un poquito en su mundo mágico, acompañándolos desde el niño que todos tenemos adentro. :D Luisina desde Paraná, Entre Ríos, Argentina
ResponderEliminarEso de dedicar el 100% a cada uno es otro de los temas que más nos preocupan, y lo he tratado en dos o tres ocasiones. es muy complicado, pero hay que buscar la forma de tener ratos de indivualización. Lo agradecen ellos, y los agradecemos nosotros ;)
EliminarSuscribo el 100% de todo lo escrito, salvo que añado que a mi no me dicen "qué suerte niño y niña, la parejita etc etc" a mi me tocó al tener gemelos escuchar el "para cuando la niña" por lo demás lo describes como si lo hubiese escrito yo. Siento lo mismo y pienso lo mismo. Y eso que lo escribiste cuando mis pequeños terremotos no habían nacido aún. Muchas gracias por hacerme sentir algo más acompañada en esta aventura difícil al igual que especial, gratificante y única.
ResponderEliminarDe verdad, lo que le gusta a la gente meterse y opinar de lo que no le importa! No sé si te sentirás más acompañada o comprendida, pero sí tenemos derecho a sentirnos especiales! ;)
EliminarNo lo podías haber descrito mejor!! Los padres de Múltiples no es que seamos mejores, es que no conocemos otra cosa!
ResponderEliminarMis gemes tienes ya cinco añazos, y claro que no los cambiaría por nada, incluido cuando no hacen más que pelearse por un juguete, no hacen más que matarse, no hacen más que gritar.... En fin, no te voy a contar nada nuevo :)
Y lo angelitos que parecen cuando van por separado XD
La peque se lleva con ellos dos años y la llamamos el tercer gemelo... No te digo más XD
Nosotros echamos de menos darle a cada uno un espacio propio más grande, pero es imposible, y aunque ahora se quejen un poco (el uno al otro no se invitan a los cumples respectivos, siguen sin (querer) entender que es el mismo día XD) luego creemos que lo valorarán.
Gracias por el post! Siempre genial!
Gracias ;)
EliminarLo tuyo sí es valor, después de los gemelos or a por más!!! No tienes hartura!! xDD
Si, lo del mismo día de cumple aún estamos lidiando con ello. Y lo de compartir amigos, juguetes,... una guerra.
Pero pienso como tú, tienen una relación tan genial, que ni siquiera nosotros llegaremos a entenderlo del todo, y cuando sean mayores será más especial todavía. Al menos eso espero y eso me gusta pensar.
♥
ResponderEliminar😘
EliminarTe leo, y me veo totalmente reflejada en tus palabras. Increíble lo que nos ha cambiado la vida, y también las prioridades.
ResponderEliminarTal y como dices, a mí me dicen muchas veces... “no se como te apañas sola con las 2!” “Eres una madraza” y cosas por el estilo, y yo siempre contesto, “no es para tanto, es que no conozco otra cosa, no se lo que es tener solo 1” jajaj.
Mi locura maravillosa empezó hará mañana 8 meses, y no puedo estar más feliz (y agotada también)
No cambiaría mi vida por nada del mundo. <3
Enhorabuena. Es maravilloso criar a mellizos/gemelos. Pero también puede ser frustrante no poder dividirte para dedicarles a cada uno el tiempo y la atención que merecen. Lo que está claro es que es especial, te sientes especial, y harías lo que fuera porque ellos también lo vivan de forma especial. ;)
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